LUGARES CURIOSOS QUE DE VERÍAS VISITAR

1. Una catedral subterránea de sal

A sólo 50 kilómetros de Bogotá se encuentra Zipaquirá, un municipio en la provincia de Sabana Centro.En éste rincón de Colombia desde hace siglos se explotaron las minas de sal. Entre los recintos subterráneos, se construyó una catedral de sal que funciona más como un museo turístico que como un templo. Su interior tiene un ambiente decorado con esculturas de sal y mármol, una construcción relativamente reciente considerada una joya 
artística y arquitectónica de Colombia. 




 2. Un mar de siete colores (Colombia)

Le dicen el Mar de los Siete Colores, un título que suena a leyenda en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde el mar es protagonista con sus tonalidades que combinan azul, celeste, turquesa, verde, aguas cristalinas, arenas blancas y sedimentos calizos que hacen del entorno de cada isla una piscina natural de especial fotogenia. Por supuesto que es un destino turístico entre los más buscados del país.




3. Un lago subterráneo bajo el nivel del mar (en Bermudas)

Fue descubierta de un modo casual: dos niños que hace unos 100 años descendieron por lo que parecía una pequeña cavidad a buscar una pelota. Terminaron descubriendo una  de las mayores atracciones turísticas del 
archipiélago de Bermudas. Tiene 500 metros de extensión, se llama Crystal Cave, y posee un lago que junto a la cavidad está por debajo del nivel del mar. El lago posee unos 17 metros de profundidad y es tan transparente  que deja ver las increíbles formaciones que también hay debajo del agua.




4. Un glaciar que se recorre desde adentro en Alaska.

Recorrer un glaciar por fuera ya es impresionante (y sino pueden ver este paseo hecho en el Glaciar Perito Moreno en Argentina). Pero hacerlo por dentro, es una variante que aún acrecienta más la sensación de encontrarse en un sitio increíble. Se puede hacer por ejemplo, en el glaciar Mendenhall en Alaska, una lengua gigante de hielo de 12 kilómetros de extensión que va tallando cuevas internas a las que se llega después de una pequeña travesía: un tramo en kayak, caminata, escalada en hielo, y como premio este espectáculo visual.


5. Un bosque sumergido en la Patagonia

Situado a 30 metros de profundidad en el lecho del lago Traful, en la Patagonia, el bosque sumergido recrea un paisaje de fantasía, capaz de deslumbrar a quienes se animen a bucear entre gigantescos árboles casi intactos, como si se estuviera volando en un paisaje fantasmal: durante un terremoto ocurrido en el año 1960, se produce el desmoronamiento de una ladera 
boscosa que termino sumergida en el fondo del lago con ejemplares de hasta 30 metros de altura que permanecen increíblemente de pie.




6. Una cascada petrificada. 

Se encuentra en el Valle de Mitla, México. Es una vertiente pétrea que se mantiene inmóvil en medio del verde exuberante que la circunda. La mayoría de los lugareños se refieren a esta catarata congelada como “Hierve el Agua”. La misma está formada por carbonato de sodio y magnesio con vetas de azufre que han dejado a esta formación como un manantial que detuvo 
para siempre su marcha al borde de la colina.  El plus de la catarata petrificada es que también se puede disfrutar de las piscinas naturales en lo alto de la montaña, desde donde emana el manantial, un verdadero baño al borde de un precipicio de vértigo.



7. Las cascadas de agua azul

Desde la ciudad de Palenque, en el estado de Chiapas, se llega hasta las cascadas de Agua Azul, color causado por las sales de carbonatos. Se encuentra en el corazón de la Selva Lacandona, y no es tan fácil de llegar, por lo que a menudo se recomienda hacerlo con un guía.




8. Un cenote azul, en Yucatán.

En Yucatán México, hay numerosas cavidades conocidas como dolinas, cenotes o depresiones en relieves cársticos. La península de Yucatán, es uno de los lugares del planeta con mayor número de cenotes. Uno de los más fotogénicos es el cenote Samula, a 2 kilómetros de la ciudad de Valladolid.





9. Una duna gigante (Duna de Pyla)

Una masa de arena costera tan grande como para convertirse en la duna más alta de Europa con sus más de 100 metros. Hablamos de un gigante arenoso con un total de 60 millones de metros cúbicos a lo largo de 2,7 kilómetros de costa, con hasta 107 metros de altura en constante acumulación enfrentados al mar. Se llama Duna de Pyla, o Duna de Pilat  y es uno de los destinos más 
visitados del litoral aquitano en el golfo de Vizcaya, sobre la costa atlántica francesa.





10. Un púlpito gigante de roca (Preikestolen)

Se lo conoce como Preikestolen, y significa “el púlpito”, un nombre apropiado para una gigantesca plataforma de roca que se asoma al abismo, muy cerca de la ciudad de Stavanger, en Noruega. La extraña formación de roca, una plataforma natural de unos 25 x por 25 metros, se asoma por sobre el fiordo de Lyse, con una caída vertical ininterrumpida de poco más de 600 metros.

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